domingo, 11 de noviembre de 2012

Los hombres del gobernador


Imagen de la película: All the President's Men - 1976
Por Alejandro C. Manjarrez
Mi columna “Los ‘plagios’ del gobernador” provocó cierto malestar entre el grupo que se dedica a esparcir el perfume de la lisonja por donde camina Rafael Moreno Valle Rosas. Unos la leyeron con ánimo crítico y otros lo hicieron por partes, razón por la cual no entendieron la ironía en los comentarios del columnista. Y que conste que éstos no fueron como la sátira aquella que hiere como un ramo de rosas, estilo que distinguió al poeta y humorista cervantino de origen poblano, Manuel Pérez Salazar y Venegas.
Dije al inicio de la entrega anterior:
“Si las frases políticas estuvieran sujetas a derechos de autor (copyright), Rafael Moreno Valle Rosas tendría sendas demandas por plagio. Y éste, avergonzado y montado en cólera, seguramente y con razón estaría pasándole las facturas a los genios de marketing que contrató para promover su imagen. ¿Cómo? Pues con terribles y altisonantes humillaciones, además del cese ipso facto después, claro, del certero celularazo en la chambona cabezota del plagiario primitivo (espero que no lleve el nombre de Marcelo).”
Como el lector sabe, los discursos elaborados por el propio emisor o los que manda a redactar ya sea por falta de tiempo, vocabulario, ideología o preparación, llevan una carga de conceptos nada originales debido a que el hilo negro discursivo existe desde la época de los clásicos griegos. Lo mismo pasa con las frases de campaña, criterio éste que (doy un brinco histórico generacional) expresó Eulalio Ferrer en su libro “De la lucha de clases, a la lucha de frases”. Diría la abuela de quién usted quiera y mande: “el agua caliente existe desde endenantes”.
La definición de plagio, como bien lo sabe el lector (la copio de Wikipedia porque es la digamos que universal) establece que “desde el punto de vista legal es una infracción al derecho de autor acerca de una obra artística o intelectual de cualquier tipo, en la que se incurre cuando se presenta una obra ajena como propia u original. Así pues, una persona comete plagio si copia o imita algo que no le pertenece y se hace pasar por el (la) autor(a) de ello. En el caso de documentos escritos, por ejemplo, se tipifica este delito cuando, sin uso de comillas o sin indicar explícitamente el origen, ni citar la fuente original de la información, se incluye una idea, un párrafo o una frase ajenos.”
En el caso de la frase “lo mejor está por venir” no hay un creativo original ya que forma parte de escritos bíblicos e incluso literarios y también de una que otra canción. De ahí que haya entrecomillado la palabra “plagio”.
Entre los “creativos” del marketing político que se aprovechan de la falta de información de sus clientes, resulta un hecho común el “fusil” descarado. Lo interesante o digno de aplauso es cuando, por ejemplo, con el bagaje que contiene el libro de Ferrer, elaboran frases novedosas, inteligentes o con una carga poética como la que pusieron de moda Barack Obama y Jon Favreau, su ghost writer. La novedad a que me refiero es que las palabras encajen en la originalidad, no tanto de la frase o mensaje sino la del momento y en el contexto en que se utilizan.
Aparte de Obama y Moreno Valle (vea usted cómo soy irónico al ponerlos al mismo nivel), la frase en cuestión ha sido usada por varios personajes, poetas, escritores, autores de rolas e incluso guionistas cinematográficos. Tres ejemplos:
Robert Bowning, poeta del siglo XIX que escribió: “Ven, ¡Envejece junto a mí!/ Lo mejor aún está por venir…”
Frank Sinatra, la voz, popularizó la frase con la canción que así se llama: The best is yet to come. Puede escucharla en: http://bit.ly/UCgUyL
También hay otra canción que se llama igual. La interpretan los Scorpions. Esta es la liga: http://bit.ly/ZbBDiy
Por eso y otras cosas que me reservo dije que el gobernador está obligado a exhibir a su ghost writer y, además, a jalarle las orejotas de burro por plagiar la oratoria del hombre más popular del mundo (ojo, el plagiario es su “escritor fantasma”). O para que no haya duda del ingenio y talento del equipo (he aquí la ironía) que forma parte de su staff o tanque de cerebros (a lo mejor son genios fantasmas), demandar a Barack por haberse fusilado las frases que llevan el copyright morenovallista.
Bueno también entran en ese equipo los hombres del gobernador que, permítame el ejemplo del escándalo Watergate hecho película, podrían embarrarlo con la boñiga que producen. Digo…
Twitter: @replicaalex