lunes, 5 de agosto de 2019

Barbosa vs la herencia de Moreno Valle



Es extraña la ligereza con que los malvados
creen que todo les saldrá bien.
Víctor Hugo

Por Alejandro C. Manjarrez
La codicia y la debilidad de la oposición fueron dos de las condiciones humanas que metieron a Puebla en el pantano donde la democracia quedó atrapada. Rafael Moreno Valle se valió de esas circunstancias para construir lo que fue un gobierno cenagoso.
Allí, en ese lodazal teñido de azul, se ahogó parte de la historia política poblana.
Y de esos lodos surgieron varios de los ejemplares que hicieron del quehacer público una sucia práctica burocrática electorera, acciones alimentadas con la corrupción que, hay que decirlo, modeló la conducta de algunos comunicadores y periodistas entusiasmados ante la posibilidad de servir a un presidenciable.
En ese ambiente donde la boñiga llenó el espacio público, se dio la candidatura de Miguel Barbosa Huerta quien, como ya sabemos, se convirtió en el adversario político natural de Rafael Moreno Valle cuya preocupación le indujo a utilizar el poder para mediante el fraude electoral impedir que Miguel derrotara a su cónyuge Martha Erika Alonso de Moreno Valle.
Fue así como ese complicado proceso constitucional exhibió a los políticos dominados por su codicia y debilidades: el dinero logró convertirlos en traidores de la ética pública y los anhelos sociales.
A ese grupo de políticos y al estilo morenovallista se refirió el hoy gobernador cuando dijo (frase cuyo énfasis me recordó el poema El cuervo, de Edgar Allan Poe):
Nunca más el poder para la venganza, nunca más el poder para llevar a cabo espionaje, nunca más el poder para la persecución y nunca más el poder como modelo de negocios y como forma de enriquecimiento. ¡Nunca más!
“He instruido a la Contraloría para que realice auditorías a los gobiernos anteriores. Puebla merece saber la verdad, sin odios ni venganzas, si hay violaciones o conductas que acrediten delitos, se procederá de acuerdo a la ley y al derecho”.
La sentencias enunciadas establecen que, a pesar de su ex compañera Karen Berlanga (hoy contralora del nuevo gobierno), los sobrevivientes del morenovallismo vivirán terribles momentos de angustia, en especial aquellos que fueron beneficiarios de negocios fabricados al amparo del poder, personajes que quedaron atrapados entre las redes de Rafael, espacio donde la carnada fue el dinero fácil y, por ende, difícil de ocultar. Como lo establece el epígrafe que inicia esta columna, palabras del poeta y dramaturgo Víctor Hugo: su ligereza les hizo concebir la idea de que todo les saldría bien.
Así que pronto veremos hasta dónde llega la intención justiciera del mandatario Miguel Barbosa Huerta. Y lo más importante: si sus colaboradores responden al trascendental compromiso.
@replicaalex