Leer
cuentos y novelas nos hace
por
fuerza mejores personas.
Jorge Volpi
Por Alejandro C. Manjarrez
Lidia Zarrazaga Molina
creó en Puebla la nueva clase política que hoy encabeza Blanca Alcalá Ruiz.
Lidia fue una mujer inteligente
y visionaria. Su actitud y trabajo político dio pie para que sus amigos
confirmaran que, en efecto, a veces se invierte aquello de que detrás de un
gran hombre hay una extraordinaria mujer. Esto porque su esposo Juan Bonilla
Luna —por cierto un ser singular tanto por su inteligencia como por su cultura—
la apoyó sin restricciones a sabiendas de que ella tenía una inteligencia
brillante y receptiva, misma que combinaba perfecto con su acertada visión de
futuro.
En su ejercicio como
diputada local, Zarrazaga detectó y organizó a las mujeres poblanas que años
después representarían la sensibilidad social y el talento político,
características que habrían de impulsarlas al escenario nacional..
A ese grupo, como lo
apunte arriba, pertenece la senadora con licencia y desde el pasado martes 8 de
agosto embajadora de México en Colombia. Mi aserto se basa en lo que hace años
Blanca Alcalá me confió con la satisfacción de haber sido ella una de las
colaboradoras cercanas de Lidia. Transcurrían sus últimos meses como presidenta
municipal de Puebla. Fue cuando escuchó el canto de las sirenas: “Tú serás
gobernadora del estado”, decía la antífona musicalizada.
Le pregunté sobre semejante
posibilidad, la de contender para encabezar el poder Ejecutivo de Puebla. Su respuesta
reveló alguna de las tantas enseñanzas de su amiga Zarrazaga. Me dijo segura
(lo repito de memoria): “Entiendo que está difícil lograrlo debido a las
fuerzas antagónicas a mi sector (léase antifeminismo). Sin embargo, lo peor que
puede pasar es que este tipo de manejo y menciones me permitan pugnar por uno
de los escaños del Senado de la República”. Como el lector sabe la candidatura
le llegó a Blanca precisamente por ser senadora (no antes) y figurar como uno
de los principales activos de su partido. Perdió aquella contienda debido a que
se le atravesó el interés personal y la estructura electoral de Rafael Moreno
Valle, el gobernante empeñado en hacer ganar a su candidato: Tony Gali le
garantizaba lo que por ética la priista le hubiese negado.
Antes de su trágica
muerte, Lidia tuvo a bien confiarme alguna de sus observaciones. Entonces ella
era uno de los integrantes del Congreso de la Unión con derecho de picaporte en
el despacho de Luis Donaldo Colosio Murrieta, a la sazón presidente nacional del
PRI. La conversación giró en torno al hecho de que Melquiades Morales omitiera
las instrucciones-condición de Colosio: “Serás el presidente del PRI en Puebla.
No le pidas nada al gobernador (Mariano Piña Olaya). El partido te apoyará con
lo necesario para fortalecernos en el estado. Es importante que te alejes de
esa mala influencia”. Ocurrió lo contrario y Melquiades prácticamente se entregó
al gobernador. Coincidí con Lidia en que la disciplina al poder político de su
estado pudo más que el compromiso de Melquiades con el liderazgo de su partido.
Para fortuna de este ex gobernador, el asesinato de Luis Donaldo le permitió
prevalecer en la política nacional hasta llegar a ser embajador en Costa Rica.
Ese tipo de, llamémosle
confidencias, nutrieron la “cultura gubernamental” del grupo de mujeres que
rodeaba a Lidia, entre ellas Blanca Alcalá Ruiz. Aprendieron a moderar sus
ímpetus para seguir siendo parte de los compromisos partidistas. Asimismo
abrevaron la disciplina política que hace confiables a los servidores públicos.
En fin, veo a la nueva
embajadora como el reluciente ejemplo de ese aprendizaje que necesariamente tendrá
que ser aderezado con la experiencia diplomática, además de la cultura que se
respira en Colombia. No importa el tiempo que funja como embajadora. Lo
trascendente está en la oportunidad que tiene para aspirar el aroma del barro
de Macondo, y escuchar el concierto de los turpiales, canarios y petirrojos, y
disfrutar los colores, en especial el amarillo que sedujo a Gabriel García
Márquez.
Si lo logra, sin duda su
vida pública se habrá enriquecido.
@replicaalex