La vida es una tragedia
para los que sienten,
y una comedia para los que
piensan.
Jean de la Bruyere
Por Alejandro C. Manjarrez
Cuando sugerí que la
presencia de Rafael Moreno Valle daría un vuelco a la historia política de Puebla,
hubo quienes fruncieron el ceño. Supusieron que me dejaba llevar por el
“carisma” del entonces gobernador. Esto, creo, porque ignoraron lo dicho por mí
en diferentes columnas, apuntes publicados en La Puebla variopinta, conspiración del poder, libro del cual soy
autor y en cuyas páginas escribí:
En el trayecto de este libro he mencionado
varias veces a Rafael Moreno Valle Rosas. Parecería que busco dedicárselo. Pero
no. La reiteración se debe a que él, casualmente, es el parteaguas de la
política poblana debido a que en su mandato empezó a darse el cambio, gestión
que coincidió con la presencia de los internautas devoradores de políticos (con
las consecuentes funciones digestivas) y la participación de una prensa más
libre que nunca, no por la gracia del gobierno, sino precisamente por lo
contrario…
También aseguré
que a partir del gobierno morenovallista era casi imposible que en esa
generación aparecieran otros servidores públicos con los tamaños para convertirse
en una referencia histórica. Y en esto último —lo confieso sin rubor— me
equivoqué debido a que su esposa no figuraba en mis proyecciones a pesar de que
el comunicador carnal Marcelo García Almaguer comentó al que esto escribe que
ella era “el arma secreta de Rafa”.
Reconozco
pues que se me escapó la referencia de Marcelo, misma que hoy la vemos concretada
con estridencia mediática.
Al ver
las declaraciones de quien fue la primera dama del estado de Puebla y hoy es
por la voluntad de su esposo gobernadora electa (a chaleco, dicen los morenistas),
confirmo que en efecto Martha Erika Alonso es (o era) el arma secreta de su
esposo. Pero al mismo tiempo corroboro que tal arma produjo una implosión de
consecuencias terribles y catastróficas para la pareja. Vea usted la causa de
esta llamémosle tragedia política:
La
elección que produjo el desbarajuste del proyecto morenovallista mostró la
realidad poblana medio disfrazada por los medios de comunicación vinculados al
presupuesto gubernamental: el pueblo salió a votar y se convirtió en testigo
casual de algunas de las mañas inductoras o manipuladoras de los resultados
electorales. Así empezó la debacle de la imagen del matrimonio Moreno
Valle-Alonso, desastre cuyas consecuencias me atrevo a predecir en dos
vertientes.
Primer escenario
Si el
Trife confirmase a Martha Erika como gobernadora, ésta y su esposo enfrentarían
una realidad no considerada en sus sesudas proyecciones políticas basadas en el
ejercicio absoluto del poder. El Congreso —que por cierto tiene una mayoría
digamos que independiente— les pedirá cuentas y hurgaría en temas mañosamente
ocultos y desde luego en contratos, asignaciones multimillonarias directas,
fideicomisos, autorizaciones, manejo financiero de los recursos públicos y, por
sólo citar uno de los casos misteriosos, la bitácora del helicóptero Agusta,
documento donde deben estar registrados todos y cada uno de los viajes
oficiales y privados del ex mandatario y sus cuates. Ello además de pugnar por
la cancelación de concesiones como la del agua y el juicio o acuerdo de la
mayoría para remover al fiscal del estado. Martha Erika estaría así asediada
por las instancias legales que durante años controló su señor marido. Imagínese
el lector a una gobernadora tratando de proteger a su cónyuge y de paso encubrir
a sus contlapaches en el ejercicio de gobierno, todos ellos expuestos a la
posibilidad de tener que defenderse de las obvias denuncias por peculado… A
todo esto agréguele la apreciación negativa del presidente Andrés Manuel López
Obrador quien dijo que nunca podría tratar con Martha Erika los asuntos del
gobierno por una razón: ella es una imposición de su marido.
En otro
de los espacios de la política nacional, veo al senador Rafael Moreno Valle Rosas
asediado por rivales y enemigos, algunos montados en el caballo de la venganza
y otros trepados en el ferrocarril de cobro de agravios. Es el caso del
legislador Alejandro Armenta Mier quien, sin lugar a dudas, lo increpará (e
incluso pedirá su desafuero) desde la tribuna del Senado de la República donde
el hoy morenista renovará y actualizará sus denuncias en contra del ex gobernador.
O a Fernando Manzanilla Prieto poniendo en orden los señalamientos y las
denuncias que llegaron y llegarán a la Cámara de Diputados del Congreso de la
Unión. Y a las organizaciones civiles y líderes naturales exigiéndole al
gobierno lópezobradorista que se castigue a quien se pasó por el arco del
triunfo los derechos sociales. Y a los que fueron presos políticos por el
simple hecho de haberlo criticado. En fin, la lista es larga…
Segundo escenario
Si se
anula la elección habría un nuevo proceso electoral que, probablemente, ganaría
Miguel Barbosa Huerta. Esto porque el ex senador Barbosa no ha quitado el dedo
de la herida señalando las causas de lo que él llama fraude electoral histórico.
Además él ya sabe cómo se las gasta el equipo de Rafael a quien, por cierto, le
ha endilgado epítetos que ni en sus peores pesadillas imaginó Moreno Valle.
Ya con
las llaves del baúl ése donde se guardan los secretos del gobierno, Barbosa lo
abriría para dotar al Congreso local de los elementos jurídicos que apoyen las
denuncias en contra de los gobiernos de Rafael y de Tony Gali. A ello adicione
el lector la retórica de Luis Miguel articulada con la intención de hacer más
escandalosas las denuncias y los hallazgos derivados de una o varias acuciosas
indagatorias.
¡Qué
necesidad!, diría Juan Gabriel
¿Pero por
qué llegamos a estos escenarios nada halagüeños para el matrimonio Moreno
Valle-Alonso?
La
respuesta me la anticipó Antonio Peniche García cuando recién había sido
defenestrado del grupo morenovallista a la sazón en plena campaña para lograr
la candidatura al gobierno de Puebla: Rafael ve a los poblanos como indígenas
con taparrabo. Los menosprecia...
Ha
iniciado el proceso que ocasionará una catastrófica implosión para la “pareja
siniestra”, como los definió Luis Miguel Barbosa Huerta, uno de los miles de
poblanos menospreciados por Rafa…
@replicaalex