Por Alejandro C. Manjarrez
Dolia Estévez realizó una
serie de entrevistas con varios de los embajadores de Estados Unidos asignados
a nuestro país en los últimos 34 años. El libro contiene diversas opiniones y
experiencias, criterios que definen a México como un socio estratégico y, por
ende, respetado por necesidad u obligación diplomática. No cuesta trabajo
entenderlo si tomamos en cuenta lo dicho por Carlos Pascual, por ejemplo, embajador
de 2009 a 2011: “Ninguna otra relación afecta más directamente las vidas de los
ciudadanos estadounidenses que la relación con México” (El embajador, Ed. Planeta, 2013).
A partir del contenido de
las nueve entrevistas publicadas en el libro de marras, tenemos que concluir que
la relación del vecino país con México se basa, precisamente, en la estabilidad
económica, política y social de nuestra nación, principio que nos muestra el
por qué los gobiernos de ambos países se han visto estimulados u obligados a llevar
la fiesta en paz. Esto no obstante los desencuentros de los mandatos de ambas
naciones, colisiones en parte consecuencia de las Constituciones, en un caso,
la que privilegia el interés privado, y en el otro, la que antepone a lo
privado el interés de la sociedad.
A partir de ello se puede
decir que la propuesta de Donald Trump está destinada al fracaso. Es probable,
pues, que lo del muro quede registrado en la historia como una de las tantas
puntadas del candidato lenguaraz cuyo discurso lleva el tufo que despiden las
acciones de los comerciantes de armas empeñados en convertir a Estados Unidos
en una ínsula bélica rodeada de murallas equipadas con tecnología de punta. Empero,
si acaso Trump llegara a habitar la Casa Blanca, la historia, los intereses
políticos y la política internacional de su país, lo obligarían a tragarse sus
amenazas o, de concretar lo que por ahora parecen balandronadas, a detonar la inestabilidad,
la desesperanza y las desigualdades políticas,
sociales y económicas que acompañan a los gobiernos tiránicos.
He ilustrado este breve
comentario con la bandera rasgada por un rayo, gráfico que forma parte de un
revelador estudio sobre México, trabajo que usted puede leer en la página http://www.voltairenet.org/article192953.html
.
En efecto, como lo muestra
ese estudio en particular y otros más que señalan los daños ocasionados por los
personeros del capitalismo de cuates (legión preparada en la misma escuela
económica del candidato Trump), México padece el embate de grupos de tensión
(financiados o no) cuyo éxito se basa en hacer fracasar al gobierno,
circunstancia ésta que —de acuerdo con lo dicho por los embajadores entrevistados
por Dolia Estévez— propiciaría que el gobierno estadounidense se avoque a lo
que siempre ha hecho para que México resuelva sus problemas, antes de que se convierta
en un vecino cuyos conflictos internos trastoquen la economía de Estados Unidos
de Norteamérica (y la del mundo globalizado). Por eso digo que lo del muro en
la frontera norte es una ingenuidad rayana en la estupidez, actitud que, además
de perturbar a las sociedades de uno y otro lado, causaría un daño terrible a
las especies endémicas y, obvio, al equilibrio ecológico.
Así que para qué buscarle chichis a las víboras
Así que para qué buscarle chichis a las víboras
@replicaalex