No pretendas apagar con fuego un incendio,
ni remediar con agua una inundación.
Confucio
Por Alejandro C. Manjarrez
José Antonio Gali Fayad
ingresó a la fragua donde se templa el carácter de los políticos. Sin embargo,
el corto tiempo de su gestión le impedirá adquirir la consistencia que permite
a los gobernantes ubicarse en el espacio de la buena fama pública, lapso (un
año diez meses) que apenas le alcanzará para medio proteger y ayudar a Rafael
Moreno Valle, su amigo, padrino, promotor y antecesor.
La fragua en cuestión fue
atizada con el fuego de la gasolina que desde hace años ordeñan los llamados huachicoleros, grupo que se fortaleció
gracias a la complicidad de los jefes policiacos contratados por el gobierno de
Rafael Moreno Valle (Marco Antonio Estrada López y Tomás Méndez Lozano, dos de
los colaboradores de confianza de Facundo Rosas). Este antecedente impidió al
mandatario Gali precisar el por qué se agravó el problema, hechos que bien
conoce dado que existen desde que él formó parte del gabinete de su amigo,
espacio donde el secretario de Seguridad Pública era Facundo Rosas, ni más ni
menos.
Gracias, pues, al
conflicto enunciado, Tony Gali fue parte de la noticia nacional. En sus
primeras apariciones mediáticas se mostró medio descontrolado (Joaquín López
Dóriga lo zarandeó). Pero más tarde intentó compensar su novatez mostrándose
confianzudo y cariñoso al mencionar a los secretarios de Enrique Peña Nieto. Poco
a poco fue articulando sus frases hasta encontrar el mensaje donde mañosamente olvidó lo que comento líneas arriba. Es
obvio que tal retórica le fue recomendada por los custodios políticos que le
dejó Rafa, precisamente para cuidarlo y orientarlo (Javier Lozano y Diódoro
Carrasco). Por ello, supongo, las omisión de los datos referidos, antecedentes
que sin duda afectan la imagen de quien se ha revelado como una nueva pluma
literaria nacional.
Al discernir sobre lo
comentado arriba, concluí que José Antonio Gali Fayad podría llegar a ser un
político de altos vuelos siempre y cuando su mandato durara seis años y a él no
le diera por cantar y bailar. Esto, claro, después de haberse quitado la brida de
Rafael Moreno Valle, dogal que garantiza la libertad de acción en Puebla de
quienes tienen a su cargo el manejo de la imagen morenovallista, así como la
recopilación de todo aquello que sirva para limpiar el camino que conduce a Los
Pinos.
Por culpa de los huachicoleros y/o miembros del crimen
organizado, a los tres meses de su gobierno, el buen Tony ingresó con estruendo
mediático a la fama nacional. Por ello y ante tanto ruido no le queda de otra
mas que comportarse como estadista para poder escapar del segmento ése que
agrupa los personajes tristemente célebres.
@replicaalex