Por
Alejandro C. Manjarrez
En
Puebla, dice la conseja popular, no se mueve una hoja sin la voluntad de la
deidad que habita en el cerro de los Fuertes.
Si
así fuere habría que mirar a Rafael Moreno Valle —o sea el dios— con ojos de
reclamo dado que él sería el autor intelectual de todas las burradas que
cometen sus colaboradores: los que están en la nómina oficial y aquellos que
cobran honorarios en la confidencial. Incluya el lector en tal esquema la
persecución que padecen quienes se atreven a pensar diferente y por ello, en el
mejor de los casos, son objeto de discriminación o, si mal les va, de la
persecución legal derivada de su función pública (en Puebla no hay funcionario
que resista una auditoría por encargo del Ejecutivo). Lo peor del asunto es que
los efectos de algunas decisiones políticas llegan hasta Los Pinos donde mora
el otro dios, el que puede lo más.
Pensé
en ello cuando leí la columna de Fernando Maldonado (Parabólica), líneas que
refieren uno de los actos inspirados y apoyados en el poder atrabiliario que le
endilgan al gobernante estatal. El columnista de Intolerancia Diario apunta cómo los policías estatales amagaron a
Alejandro Armenta Mier, ex funcionario de la Secretaría de Gobernación federal y
ahora candidato a diputado federal. Lo trataron como si fuese un “distinguido”
miembro del crimen organizado.
Es
obvio que Armenta sufrió lo que coloquialmente se llama un calambre o un estate
quieto. La razón: su buena fama pública, antecedentes que lo convierten en uno
de los pocos políticos con estructura electoral propia (fue alcalde de
Acatzingo, diputado local, presidente estatal del PRI poblano y secretario de
Desarrollo Social en la entidad), circunstancia que lo presenta como ganador en
Tepeaca, distrito donde, por cierto, enfrentaría a Mario Rincón González, candidato
de Rafael Moreno Valle, precisamente.
Esto
que en apariencia parece un conflicto doméstico o local, actos que el dios de
los Fuertes bien conoce, produjo ya algunas inquietudes que en nada benefician
a Moreno Valle, el gobernante contradictorio porque por un lado quiere quedar
bien con el presidente Enrique Peña Nieto y Miguel Ángel Osorio Chong, jefe
político del gabinete, y por otra parte se maneja como su enemigo embozado.
Lo
curioso es que Alejandro Armenta fue coordinador del voto en Puebla durante la
campaña de Peña Nieto y, hasta hace unos días, colaborador cercano de Osorio
Chong.
Cuando el río suena…
En
esos espacios de poder circula ya la información del acto policiaco intimidatorio.
Saben, por ejemplo, que el presidente municipal de Amozoc trabaja para Omar
Álvarez Arronte y que éste a su vez opera para el candidato de Moreno Valle;
que ellos contrataron ochocientos cincuenta bardas en los municipios de Amozoc
y Acajete para llevar a cabo la campaña de desprestigio contra Peña Nieto,
actos cuya autoría intelectual le endilgan al gobernante de Puebla. (En la
capital del estado también aparecieron varios espectaculares con la misma
tónica, propaganda que duró 24 horas porque, dijo el presidente estatal del
PAN, “alguien se la robó”).
En
fin.
Si
fuese cierto lo que se cuenta en los corrillos políticos, tendríamos entonces
que en Puebla la guerra electoral está inspirada u opera de acuerdo con las
instrucciones del dios de los Fuertes. Y que éste ha soslayado al otro
dios, el que puede lo más, el mismo que motivado por su poder podría espetarle alguna
de las frases que acostumbra; verbigracia:
“¡Chingada
madre, el presidente soy yo, no te has dado cuenta!”*
Claro
que Rafael sabe quién es el Presidente. Lo malo es que se basara en los
tropiezos semánticos y políticos del jefe de las instituciones nacionales y que
por esos dislates lo considerase políticamente ingenuo y, en consecuencia, incapaz
de usar el poder en su contra. Si así lo hiciere supongo que estaría
construyendo el cadalso al cual llegaría solo, sin su séquito de corifeos.
¡Que
el otro Dios lo agarre confesado!
*Paráfrasis a lo dicho por Peña en campaña
a Gustavo Cuevas Gutiérrez, capitán de Caballería del Ejército, su jefe de
seguridad. Nota publicada por la Agencia Apro, 9 de mayo de 2012).
@replicaalex