lunes, 2 de mayo de 2016

El góber chingón (II)*

http://estrategiaspnl.com/el-poder-en-el-ser-humano/
Yo, como Don Quijote, me invento
pasiones para ejercitarme.
 Voltaire

Por Alejandro C. Manjarrez
Si omito el número de inventos patentados por los genios, puedo asegurar que Rafael Moreno Valle es el creador más chingón del mundo democrático. ¿No me lo cree? Vea usted porque lo digo:
Thomas Alva Edison patentó la electricidad, el foco, el fonógrafo, la locomotora y la silla eléctrica (por citar cinco de sus más de mil aportaciones a la humanidad). Pero el gobernador poblano tiene en su haber el inventar a muchos políticos. Supera a Manuel Bartlett (sólo inventó a Nacho Mier a quien en un acto de magia hizo presidente del PRI), a Melquiades Morales Flores (de cuyas invenciones destaca Víctor Manuel Giorgana) y desde luego a Mario Marín Torres. Este último culpable, dicen, del surgimiento espontáneo de varios de los ejemplares que hoy figuran en la lista de millonarios de Puebla, así como autor intelectual de la fama internacional de Lydia Cacho.
Dije chingón porque está visto que Moreno Valle es el progenitor de invenciones extraordinarias que llevan adosado el mercado electoral y financiero donde las puso a funcionar. He aquí algunas muestras:
Después de cuatro siglos, Luis Banck Serrato fue designado alcalde de Puebla, igual que como en el virreinato lo hicieron los entonces dueños del dinero y del poder. Aquellos —los de hace más de 400 años— adquirieron ese derecho porque le pagaron a la Corona 20 mil pesos oro para usufructuar el cargo y designar a quien debería ejercerlo. Hoy, el mandatario, cual monarca o emperador, instruyó a sus diputados para que validaran lo que sin duda es una moderna invención: munícipe por dedazo sin la legitimidad que provee el voto popular.
Como en sus tiempos lo hizo Maximino Ávila Camacho, el actual mandatario preparó el terreno con la intención de imponer a quienes habrán de continuar su Proyecto 2018. José Antonio Gali, uno de ellos, podría recibir de él, su maestro, inventor, mentor y manager, la estafeta del gobierno: desde el punto de vista político, Tony se crió en el útero del morenovallismo; de ahí salió para ser entrenado y promocionado hasta el hartazgo. Ahora deberá sortear los obstáculos femeninos que ahí están no obstante las campañas de desprestigio (quizás inspiradas en el talante de Rafael) y a pesar de la reacción de sus adversarios que le han sacado sus trapitos al sol, presagio pronunciado por alguien cercano al corazón del gobernador: Rafa, ten cuidado —le dijo—. Te puede perjudicar. A Tony le han endilgado la fama de corrupto…
Otro de sus inventos lleva el nombre de Jorge Aguilar Chedraui, un colaborador que de la secretaría particular que le asignó en Finanzas y Desarrollo Social (Moreno Valle era el titular), brincó al cargo que actualmente ocupa: casi dueño del Congreso Local hasta el 2018 (cuatro años ocho meses). Lo hizo, que conste, después de haber pasado por la Dirección de Presupuesto de la misma Secretaría, la delegación del ISSSTE —conseguida por el entonces senador—, la Secretaría de Salud asignada por el hoy gobernador y, desde luego, algunos espacios meta políticos relacionados con el “paso de charola”.
El regio-bostoniano Marcelo García Almaguer, también lleva grabado el registro de patente propiedad de su amigo Rafael. Éste lo importó del vecino país del norte para meterlo de lleno, moldearlo y entrenarlo en el ámbito que en su época dominara Joseph Goebbels. Hoy, Marcelo, es el jefe de la división de propaganda (negra, azul, rosa, roja, amarilla y blanca), cargo desde el cual opera las instrucciones de su führer, o sea Rafael.
Y qué decir de su elegante, distinguida y bella esposa: la sacó del medio de las cónyuges tímidas, modositas y apolíticas para convertirla en una bragada mujer que ejerce el poder tras el trono del PAN poblano. Esto indujo a la candidata independiente Ana Teresa Aranda a sentenciar: “Rafael no tiene límites. Ni siquiera los priistas se habían atrevido a tanto”.
A los inventos mencionados habría que agregar a varios diputados, dirigentes partidistas, líderes sindicales y munícipes, así como la fórmula o catalizador que sirve para modificar la ideología de los políticos que cayeron (y caerán) en el espacio de la traición a los principios que protestaron cumplir.
Bueno, también incluya el lector otros inventos: los miles de críticos que produjo su actuar entre los cuales están los burócratas despedidos, los candidatos opositores, los líderes sociales encarcelados, los políticos satanizados, los escribamos del marinismo que se negaron a cambiar de camiseta, los empresarios marginados y los periodistas menospreciados por ser cronistas de su megalomanía.
Es tan chingón, pues, que supo cambiar aquella sabia conseja popular que reza: “pan con pan es comida de tontos”, e inventó un nuevo potaje democrático variopinto para impulsar a Tony quien, además de hablar, cantar, actuar y bailar como el mejor de los histriones de la empatía, podría llegar a ser su clon…
*Sobre este “verbo” eufónico, Octavio Paz nos dice: “Se puede ser un chingón, un Gran Chingón (en los negocios, en la política, en el crimen, con las mujeres…” (El laberinto de la soledad).
@replicaalex