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Yo, como Don Quijote, me invento
pasiones para ejercitarme.
Voltaire
Por
Alejandro C. Manjarrez
Si
omito el número de inventos patentados por los genios, puedo asegurar que
Rafael Moreno Valle es el creador más chingón del mundo democrático. ¿No me lo
cree? Vea usted porque lo digo:
Thomas
Alva Edison patentó la electricidad, el foco, el fonógrafo, la locomotora y la
silla eléctrica (por citar cinco de sus más de mil aportaciones a la humanidad).
Pero el gobernador poblano tiene en su haber el inventar a muchos políticos.
Supera a Manuel Bartlett (sólo inventó a Nacho Mier a quien en un acto de magia
hizo presidente del PRI), a Melquiades Morales Flores (de cuyas invenciones destaca
Víctor Manuel Giorgana) y desde luego a Mario Marín Torres. Este último culpable,
dicen, del surgimiento espontáneo de varios de los ejemplares que hoy figuran
en la lista de millonarios de Puebla, así como autor intelectual de la fama
internacional de Lydia Cacho.
Dije
chingón porque está visto que Moreno Valle es el progenitor de invenciones
extraordinarias que llevan adosado el mercado electoral y financiero donde las
puso a funcionar. He aquí algunas muestras:
Después
de cuatro siglos, Luis Banck Serrato fue designado alcalde de Puebla, igual que
como en el virreinato lo hicieron los entonces dueños del dinero y del poder. Aquellos
—los de hace más de 400 años— adquirieron ese derecho porque le pagaron a la
Corona 20 mil pesos oro para usufructuar el cargo y designar a quien debería ejercerlo.
Hoy, el mandatario, cual monarca o emperador, instruyó a sus diputados para que
validaran lo que sin duda es una moderna invención: munícipe por dedazo sin la
legitimidad que provee el voto popular.
Como
en sus tiempos lo hizo Maximino Ávila Camacho, el actual mandatario preparó el
terreno con la intención de imponer a quienes habrán de continuar su Proyecto
2018. José Antonio Gali, uno de ellos, podría recibir de él, su maestro, inventor,
mentor y manager, la estafeta del gobierno: desde el punto de vista político, Tony
se crió en el útero del
morenovallismo; de ahí salió para ser entrenado y promocionado hasta el
hartazgo. Ahora deberá sortear los obstáculos femeninos que ahí están no
obstante las campañas de desprestigio (quizás inspiradas en el talante de
Rafael) y a pesar de la reacción de sus adversarios que le han sacado sus
trapitos al sol, presagio pronunciado por alguien cercano al corazón del
gobernador: Rafa, ten cuidado —le dijo—. Te puede perjudicar. A Tony le han
endilgado la fama de corrupto…
Otro
de sus inventos lleva el nombre de Jorge Aguilar Chedraui, un colaborador que de
la secretaría particular que le asignó en Finanzas y Desarrollo Social (Moreno
Valle era el titular), brincó al cargo que actualmente ocupa: casi dueño del
Congreso Local hasta el 2018 (cuatro años ocho meses). Lo hizo, que conste,
después de haber pasado por la Dirección de Presupuesto de la misma Secretaría,
la delegación del ISSSTE —conseguida por el entonces senador—, la Secretaría de
Salud asignada por el hoy gobernador y, desde luego, algunos espacios meta
políticos relacionados con el “paso de charola”.
El
regio-bostoniano Marcelo García Almaguer, también lleva grabado el registro de
patente propiedad de su amigo Rafael. Éste lo importó del vecino país del norte
para meterlo de lleno, moldearlo y entrenarlo en el ámbito que en su época
dominara Joseph Goebbels. Hoy, Marcelo, es el jefe de la división de propaganda
(negra, azul, rosa, roja, amarilla y blanca), cargo desde el cual opera las
instrucciones de su führer, o
sea Rafael.
Y
qué decir de su elegante, distinguida y bella esposa: la sacó del medio de las
cónyuges tímidas, modositas y apolíticas para convertirla en una bragada mujer
que ejerce el poder tras el trono del PAN poblano. Esto indujo a la candidata
independiente Ana Teresa Aranda a sentenciar: “Rafael no tiene límites. Ni
siquiera los priistas se habían atrevido a tanto”.
A
los inventos mencionados habría que agregar a varios diputados, dirigentes
partidistas, líderes sindicales y munícipes, así como la fórmula o catalizador que
sirve para modificar la ideología de los políticos que cayeron (y caerán) en el
espacio de la traición a los principios que protestaron cumplir.
Bueno,
también incluya el lector otros inventos: los miles de críticos que produjo su
actuar entre los cuales están los burócratas despedidos, los candidatos
opositores, los líderes sociales encarcelados, los políticos satanizados, los
escribamos del marinismo que se negaron a cambiar de camiseta, los empresarios
marginados y los periodistas menospreciados por ser cronistas de su
megalomanía.
Es
tan chingón, pues, que supo cambiar aquella sabia conseja popular que reza: “pan
con pan es comida de tontos”, e inventó un nuevo potaje democrático variopinto
para impulsar a Tony quien, además de hablar, cantar, actuar y bailar como el
mejor de los histriones de la empatía, podría llegar a ser su clon…
*Sobre
este “verbo” eufónico, Octavio Paz nos dice: “Se puede ser un chingón,
un Gran Chingón (en los negocios, en la política, en el crimen, con las
mujeres…” (El laberinto de la soledad).
@replicaalex