martes, 17 de abril de 2012

Las lecciones del Popo


Por Alejandro C. Manjarrez
La naturaleza suele alertarnos sobre el peligro que acecha. Los vientos huracanados, por ejemplo, o los temblores, fumarolas, tremores y lava de los volcanes. Ante estas expresiones de la madre Tierra no hay más defensa que la previsión.
Lo curioso es que igual que esos fenómenos naturales en este caso los que ha propiciado el Popocatépetl, en el periodismo también se presentan esas que podríamos llamar fases de alerta. No hay ceniza ni magma ni fumarolas incandescentes, obvio. Pero a cambio de ello tenemos los parámetros que indican cuando el político o el gobernante, está a punto de reventar o cuando menos, de pasar un mal rato.

Las redes sociales

Dije ayer en uno de los tuits traviesos que envié: “Don Goyo es el único poblano que cuando protesta las autoridades lo escuchan y atienden sus reclamos”. La respuesta o retetuiteo me sorprendió porque fue un indicador de las reacciones de la sociedad que se ha sentido aislada o tal vez menospreciada por del gobierno. De ahí que interpretaran el mensaje como lo que fue, una crítica a la cerrazón oficial o, para que no se oiga tan feo, a las preferencias hacia aquello que garantiza algún beneficio para la imagen personal del mandatario.
Es posible que mi suspicacia me haya llevado a suponer lo que acaba usted de leer. Empero, si a lo anterior agregamos otro “aviso”, o sea la nota que el lunes 16 de abril apareció en las redes sociales a través de Animal Político, información repetida por Yahoo, misma que replicó la publicada semanas antes por e-consulta (el gasto por la remodelación de Casa Puebla), confirmaremos que el gobernador de Puebla ha ingresado a una de las fases de alerta política. Quizá la roja 1. Esto porque en dos o tres horas el “refrito” de marras produjo medio millar de comentarios, casi todos en contra de Rafael Moreno Valle.
¿No lo convenzo? Bueno, pues entonces aquí le va otro dato igual de alarmante para la causa morenovallista.
En el sitio todoteotihuacan.com, Teodoro Rentería Arróyave escribió en su columna el criterio que intituló “De horca y cuchillo”. En ella hizo referencia al estilo de gobernar del mandatario poblano. Aparte de la relación gobierno-prensa local, tema que trató con la solidaridad que distingue al gremio, Rentería mencionó en tono crítico el caso de Antonia López Cruz, la madre cuya protesta por el reclamo de su hija “secuestrada por el DIF” de Puebla, la llevó a crucificarse frente al Senado. Este escrito tuvo más de 22 mil visitas (16 de abril), aparte de las que ingresaron a otras páginas web, las cuales también publicaron esa misma información.
Si usted hurga en las redes y en los buscadores encontrará que algo está fallando en el entorno mediático del gobernante poblano, circunstancia que debería alertarlo para cambiar algunas de sus estrategias de comunicación, antes de que las circunstancias lo obliguen a hacerlo con el interés o necesidad de congraciarse con el nuevo gobierno, precisamente valiéndose de la prensa local. Por ello es válido preguntar y en cada cuestión agregar el beneficio de la duda:
¿Dónde está la pifia? Algún día lo sabremos. ¿Será su estilo? Tal vez. ¿Su equipo propicia las fallas? Puede ser. ¿Ha perdido sensibilidad? Lo dudo. ¿La información que recibe llevará el tamiz que acostumbran usar los empleados serviles? Es probable.
En fin, sea lo que fuere es obvio que existen grietas por donde se ha metido a Casa Puebla la llamémosle molesta humedad de la información. Una de las causas podría tener la firma del equipo responsable de la imagen, siempre y cuando sus integrantes ignoren lo que es una obligación insoslayable: la prevención que evita los acasos.
Lo de Don Goyo podría traer consecuencias que obligarían a rectificar el estilo de gobernar para acercarse a la gente y escuchar a ésta manifestar sus críticas o incluso las reconfortantes loas, sin que lo dicho por ellos cause el enojo que encabrona o propicie el autoengaño que hace sentir importante al poderoso.
“Los políticos no deben aceptar respuestas que inflen su ego –dijo Carl Sagan–. Tienen que proceder con el mismo cuidado a la hora de convertir la profecía en acción política”. El astrónomo se refería a las encuestas a modo (profecías), las que para corresponder al político que las contrata, dicen lo que el cliente quiere escuchar.
No hay duda: las redes sociales sirven para, dicta la filosofía popular, medirle el agua a los camotes.
Twitter: @replicaalex