Por Manola Álvarez
Los partidos políticos han venido usando a las mujeres como las iglesias. Ayudan en sus tareas a los hombres, pero no son protagonistas. Realizan trabajos de apoyo, reparten volantes, organizan porras, escriben discursos, incluso señalan lo que se debe hacer, pero no aparecen en los primeros planos; muchas veces sólo son suplentes de los candidatos.Por ello, cuando en cumplimiento de la Ley electoral se les exige a los partidos que cumplan con la cuota de género, que es de cuando menos el 40% de mujeres, se produce un caos, pues manifiestan que “no tienen tantas mujeres interesadas en participar en el proceso electoral”. Y rápidamente empiezan a bajar candidatos prometiéndoles compensaciones en los partidos o en el gabinete del que gane, o postulando a sus parientes o amigas.
No deberían existir las cuotas. Si las mujeres participaran en igualdad de circunstancias y oportunidades podrían incluso ser más del 50% de los puestos de elección popular. Pero es una forma de obligar a los dirigentes de los partidos para que abran a la militancia femenina la participación en las mismas condiciones que los varones.
En el PRI poblano la fórmula al senado quedó en dos mujeres propietarias y dos suplentes, estas últimas por aquello de las “juanitas”. Blanca Alcalá se ganó la animadversión de Mario Marín y de Rafael Moreno Valle. Quién sabe por qué, ya que se ha distinguido por su política de no comprometerse ni definirse por nada ni nadie. Bueno tal vez por eso, en el caso de Rafael. Seguramente esta situación le provocará muchos contratiempos en su intención de llegar al Senado.
Lucero Saldaña, ha tenido más valor y en su momento enfrentó a Mario Marín al apoyar a la periodista Lydia Cacho, cuando estaba detenida y amenazada de violación y tortura. Tiene una carrera política interesante, conocimientos y más determinación para defender sus principios. Al ir en la segunda fórmula se le dificultará su llegada a la curul senatorial.
La entrega del Revolucionario Institucional al gobernador Moreno Valle, ocasionó una debacle en este instituto político, al grado de desaparecerlo como oposición. Sus diputados se han dedicado a defender las propuestas del Ejecutivo sin ninguna dignidad, tal vez sólo Enrique Doger se salve de esta ignominia.
Primero Lastiri, de quien decían que lo tenían agarrado por un expediente de corrupción cuando fungió como secretario de Desarrollo Social, y ahora Fernando Morales, por la cercanía de su padre con el gobernador a quien apoyó fuertemente para que llegará a la gubernatura aunque fuera por un partido distinto al que lo apoyó toda su vida: le entregaron el destino del PRI a Rafael Moreno Valle.
El coraje porque Marín le había prometido la senaduría y no le cumplió, hizo que Rafael se fuera al PAN a buscar lo que en su partido (y el de su abuelo), el PRI, no pudo lograr: la senaduría y después la gubernatura. De paso se vengó de la organización que lo había despreciado (o de Marín).
Desde que tomó posesión del Ejecutivo local, trascendió que estaba elaborando una lista de priistas que hubieran estado marginados de la administración de Marín. La pregunta era ¿cuál sería su intención? La respuesta llegó cuando vimos que se llevó a muchos priistas a participar como candidatos, funcionarios u operadores electorales al PANAL propiedad de su mentora Elba Esther Gordillo.
Los tránsfugas seguramente tendrán una crisis existencial por haber abandonado al partido que los arropó e impulsó para obtener puestos de elección popular por muchos años. Los habrán convencido de las similitudes entre la declaración de principios de ambos partidos, pero en el fondo saben que serán usados por Moreno Valle para ayudar a conservar el registro de Nueva Alianza y llevar al triunfo a Enrique Peña Nieto, a quien sigue apoyando “la maestra”. El pobre de Quadri es sólo un distractor “chistoso”, que pide porque se reconozca a los empresarios, y se haga S.A a Pemex. Por cierto, dentro de estos nuevos aliancistas se encuentran muchas mujeres valiosas que hubieran podido ocupar las candidaturas priistas, pero que fueron bloqueadas por las grillas internas con tufo marinista
¿Qué sucederá en Puebla en la próxima elección?
Moreno Valle oficialmente milita en el PAN, aunque sus miembros no lo consideren como uno de ellos por su pasado priista. Emocionalmente depende de los deseos de “la maestra”, y ubica a sus colaboradores “panistas” para que la ayuden a obtener el número de votos que necesita. Algunos priistas lo siguen considerando como un correligionario y a ellos los ha puesto en algunos distritos como candidatos y les ha prometido apoyo para su abanderado presidencial; sin embargo, por su compromiso con Calderón tiene que hacer como que apoya a su candidata, aunque sea enviando a los mítines a su esposa. ¿El universo conspirará para que su pluralismo político tenga éxito? O éste será su Waterloo. Ya veremos.
En la política nacional también se está usando a una mujer. Josefina Vázquez Mota es la recipiendaria de la mala actuación del PAN en la presidencia. A pesar de que Calderón realice actos para promover sus logros, los ciudadanos agraviados por su política y su guerra contra el narcotráfico, son innumerables. Si a esto agregamos los errores personales de la candidata, podría pasar a la historia como alguien que desaprovechó la oportunidad de llegar a la primera magistratura, aunque su slogan sea “diferente”, parece que nadie le cree.
Los grupos de trabajadores de la Compañía de Luz y Fuerza del Centro y los de Mexicana de Aviación han interrumpido sus actos proselitistas en Teziutlán y el Distrito Federal. La animadversión por el trato que les dio Calderón y especialmente el entonces secretario del Trabajo y ahora vocero del PAN y aspirante a Senador por Puebla, el “hooligan” blanquiazul Javier Lozano Alarcón, los ha motiva a hacerlo y, seguramente, la seguirán persiguiendo, estrategia a la que se unirán los integrantes de la Confederación Nacional Campesina y 70 organizaciones más. Así lo anunciaron.
Cada día la alejan más del triunfo los errores en su publicidad (tétrica y oscura); la promoción de su biografía, antes que las propuestas; el insistir en que nadie le regaló nada como si quisiera justificar sus dos diputaciones plurinominales y la dos secretarías de Estado que le dieron sin trabajo político previo. En todo ello salta a la vista que nos quiere distraer para que omitamos que es una empresaria exitosa, millonaria. Las grabaciones telefónicas filtradas por ella o por “la pinche Sota” y sus lapsus de que va a apoyar el lavado de dinero.
Las mujeres debemos actuar con inteligencia y decisión para defender la obligación constitucional de tener trabajos y salarios iguales a los hombres. Esto incluye nuestra participación en política. Sólo así se acabará el triste espectáculo de las cuotas de género.