martes, 18 de diciembre de 2012

Una mentada de madre, al estilo maya



Por Alejandro C. Manjarrez
Cada cabeza es un mundo, dice el refrán. Por eso queda corta la “profecía” maya que para los catastrofistas anuncia el fin del mundo.
¿Cuál mundo?
¿El de los ricos o el de los pobres?
¿El mundo real, que por cierto es mucho más pequeño que el mundo de la imaginación? (Nietzsche, dixit).
Supongamos pues que la profecía se refiere al mundo de los ricos, específicamente a quienes medran, corrompen, expolian y explotan. Ojalá. Si eso fuere sería más que justa la predicción maya. Esto porque el Gran Chahuistle caería sobre aquellos que habitan en el VIP social: o sea los corruptos cuyo objetivo principal es blanquear sus fortunas mal habidas, ya sea porque los capitales son producto de la corrupción gubernamental, o mal porque provienen de negocios sucios e ilícitos, como el de lavado del narco-dinero, por ejemplo.
No obstante las distintas lecturas sobre el mensaje de los 56 jeroglíficos mayas de hace mil 300 años, entre los cuales uno anuncia la nueva época por cierto nada apocalíptica como algunos loquitos lo aseguran—, todo indica que el género humano obligará a sus gobernantes para que dejen de ser corruptos.
Eso es lo que supongo basándome en que los arqueólogos pudieron haber leído al revés el glifo llamado Garra de Jaguar: en vez de que el “rey reafirme su poder y domine la mente de sus súbditos” como dicen que dice éstos podrían darle la vuelta a la tortilla para poner orden entre los gobernantes.
Esperemos que ello ocurra.
Confiemos en que los especialistas en cultura maya hurguen, diluciden y le busquen. A lo mejor encuentran que esa Garra de Jaguar representa a las redes sociales cuya fuerza proviene de la Gran Nube.
Aparte de mi optimista lectura sobre el cambio que se avecina, la crueldad de la lógica nos indica que los pobres seguirán siéndolo y que su número irá incrementándose mientras prevalezca la injusta distribución de la riqueza nacional y el ofensivo manejo discrecional del dinero público. Será de este modo mientras no opere la vuelta a la tortilla que menciono arriba. Y aunque este giro maicero llegara a funcionar, seguramente tardaríamos años en percibir sus efectos positivos.
Dicho lo anterior, dispongámonos a escuchar lo que ocurre y ocurrirá en estas fiestas navideñas; o sea las sonoras y abundantes mentadas de madre para quienes, valiéndose de su poder, dejaron sin trabajo (y sin dinero, obvio) a miles de mexicanos (poblanos muchos), decisión que tomaron basándose en su discrecionalidad y empeño en recortar el gasto público. Una de sus intenciones: acrecentar la bolsa que incluye rubros dedicados al relumbrón gubernamental.
Respetado lector:
Que los próximos días estén llenos de felicidad familiar. Si debido a lo expuesto líneas arriba usted se considera uno de los afectados por consecuencia de los recortes laborales o presupuestales, sea bienvenida su mentada de madre a quien corresponda y se la merezca. Y esto, que conste, no es profecía sino la neta del planeta Tierra que inicia una nueva época.

Twitter: @replicaalex