Por
Alejandro C. Manjarrez
Según
el Brujo mayor (el poblano) y algunas encuestas, tú serás el próximo alcalde de Puebla.
Puede ser siempre y cuando los hados o los huesitos o el tarot o las estrellas o los
espíritus no hayan cuenteado al nigromante poblano en cuestión, cuyo porcentaje
de aciertos le han hecho algo así como un hechicero confiable.
Lo
mismo vaticinan los sondeos de especialistas en la ciencia demoscópica cuyo
trabajo —ellos lo dicen— nunca ha obedecido a
ninguna línea o incentivo pecuniario (concedámosles el beneficio de la duda a
pesar de lo que opinan sus pares, los que contrataron tus rivales).
En
fin. Si la elección municipal te resultara favorable, además de incentivar tu
regodeo y validar el éxito que te ha perseguido, se confirmaría el augurio
basado en la magia así como el pronóstico digamos que científico,
circunstancias que debo contrastar con la duda, pregunta que seguramente se
hacen tus cercanos colaboradores:
¿Qué
pasaría si la alquimia arcana y la coincidencia de astros te beneficiaran?
La
lógica indica que para empezar tendrías que enfrentarte a un gobernador
sonriente sí (ya aprendió a comer sapos sin hacer gestos) pero con el orgullo
muy lastimado debido a que le fallaron todas sus previsiones: desde las
legislativas hasta las humanas, políticas, mediáticas, propagandísticas,
burocráticas, partidistas y personales. Para afrontar esos malos ratos
contarías con el apoyo moral (y el político, obvio) del presidente
Enrique Peña Nieto, espaldarazo que sin duda te ayudaría a paliar los efectos
nocivos, consecuencia de lo que te prepararon los estrategas del morenovallismo
desde antes de que fueras candidato a presidente municipal. Ya lo sabes pero
hay que repetirlo para que lo recuerden los lectores: la guerra sucia basada en
tu solvencia financiera y antecedentes periodísticos, muchos de éstos inducidos
por enemigos poderosos. Algunos le llaman fuego amigo y otros le dicen artillería
mediática alquilada. En el mismo tenor están las verdades a medias manejadas
por la gente hostil a tu proyecto o, para precisar, coincidentes con el
propósito de tu adversario en esta guerra donde a todo aquello que puede ser
positivo para ti le han puesto sordina (auditorias, calificaciones y
evaluaciones históricas o reconocimientos a tu rectorado), mientras que a lo
negativo (reportaje de Denise Maerker, por ejemplo)
le colocaron amplificadores de potencia conectados a las redes sociales.
Hay
otro dato que te manifiesto en este primer
comunicado, testimonio público que requiere de tu opinión directa,
auténtica, sincera y sin el barroquismo que utilizan los políticos poblanos:
Cuando
el Brujo mayor hizo su augurio y los encuestadores sus predicciones demoscópicas,
aún no había aparecido en la lista oficial del Instituto Electoral del Estado
(IEE) el nombre de Miguel Ángel Ceballos. Esta participación programada por los
enemigos del PRI y desde luego los tuyos, podría incidir para modificar lo que
fue el primer aviso de la magia y la ciencia porque en ese tipo de adelantos
nunca aparece la traición como factor esotérico o demoscópico. Como prueba
histórica ahí está las felonías de Judas y de Bruto. Entonces no había
encuestadores científicos pero sí existían los agoreros, adivinos y previsores
que alertaron al Nazareno y al César. Sin embargo, los dos personajes (uno
divino y el otro terrenal) cayeron víctimas de la apostasía.
¿Cuál
es pues tu estrategia para evitar que el tal Ceballos le quite votos a tu causa
a cambio de unas cuantas monedas o la promesa de pasar el resto de sus días
políticos en el cielo azul que le ofrecieron los panegiristas del gobernador o
quiénes se hayan arrogado esa condición?
Mientras
conocemos tus respuestas, te recuerdo lo que me comentaste en un encuentro
casual en el Centro Comercial Angelópolis (aún no eras candidato del PRI a la alcaldía
de Puebla. Lo repito de memoria):
“Si
yo llego a la presidencia municipal haré de Puebla una gran ciudad. No
permitiré que nadie gane un peso más que el estipulado por ley. No habrá
negocios, ni concesiones, ni contratos a los cuates y menos aún el llamado
diezmo. Puebla cambiará para convertirse en un ejemplo de desarrollo
urbanísticos y social”.
Ahora
ya eres candidato y pregunto:
De
cumplirse el vaticinio del Brujo mayor poblano, ¿cumplirías aquello que dijiste y dirás
sin acogerte al borrón y cuenta nueva o pretextar los efectos del
enfrentamiento que apunto líneas arriba?
Nota
bene:
El
próximo comunicado será para Tony Gali Fayad.
@replicaalex