Por Alejandro C. Manjarrez
Luis Ernesto Derbez Bautista debe haber tenido el peor de los días cuando en esta semana que concluye Ernesto Villanueva publicó en los medios nacionales un artículo-denuncia donde se revelan asuntos delicados, tanto para el rector como para sus benefactores, que también lo son de la Universidad de las Américas Puebla. Un tema sin duda lleno de aristas.
El diferendo entre el entonces director de Investigaciones Jurídicas y el titular de la rectoría de la UdlaP, inició el año pasado con algunos malos entendidos y reclamos sobre la relación del gobernador Rafael Moreno Valle y la Universidad. Finalmente se dio la renuncia de Villanueva (31 de agosto, 2011) y, aparte de varias declaraciones producto de la separación de este académico, poco después de que la autoridad universitaria lo señalara como acosador, Villanueva dijo en una de sus entrevistas lo siguiente (lo resumo):
“La persona que me acusa no es una victimaria, sino una víctima de Derbez. Ella ha sido responsable en su trabajo, con capacidad y seriedad, pero lamentablemente cayó en un juego que no es el suyo. Los ataques infames lejos de perjudicar a quienes los reciben, denigran a quien los realiza. Es indignante la manipulación como medio para intentar desacreditarme, con calumnias al peor estilo del PRI”.
Siete meses más tarde (tiempo que dedicó a preparar sus misiles) Ernesto Villanueva lanzó su artillería pesada sobre Luis Ernesto Derbez. He aquí parte de lo que publicó, firmó y afirmó en algunos medios, escrito ampliamente difundido en la red:
“Hoy, como ayer, Luis Ernesto Derbez Bautista se prepara para jugar el papel de uno de los financieros ilegales de la campaña presidencial del PAN. Lo hizo en su momento con Vicente Fox, también al margen de la ley, y lo pretende ahora con Josefina Vázquez Mota (Milenio Puebla del pasado 23 de noviembre). El modus operandi de este político ha estado amparado por el cinismo, la impunidad y la corrupción. Siempre he estado convencido de que el que afirma tiene la responsabilidad de demostrar sus afirmaciones. A los hechos aquí me remito.
“Primero. Luis Ernesto Derbez Bautista, como director del Instituto Internacional de Finanzas, con sede tanto en León, Guanajuato, como en Puebla, recibió, participó y entregó recursos a la campaña de Vicente Fox en el año 2000. En efecto, la Comisión de Fiscalización del IFE detectó, entre otras irregularidades, que el 13 de mayo del 2000 Rosa María Arand de Derbez, esposa de Luis Ernesto, hizo varios depósitos incompatibles con sus estados financieros.
“Como es público, los servicios de Derbez fueron ampliamente recompensados al ser designado, primero, secretario de Economía (puesto que ocupó de diciembre de 2000 a 2003), y enseguida, secretario de Relaciones Exteriores (donde estuvo de 2003 a 2006). No perdió el tiempo para hacer negocios personales en perjuicio del erario…”
Villanueva agrega a estos demoledores señalamientos, otras acusaciones que caen en el ámbito de la Ley Federal de Responsabilidades para los Servidores Públicos, incluso alguna de ellas en el rango de peculado puesto que, supuestamente, se trata de ilícitos cometidos en dos secretarías de Estado. El artículo de marras también contiene lo que Villanueva llama la cereza del pastel; transcribo unas líneas:
(Luis Ernesto Derbez) “…carece de cédula profesional de licenciado en economía, como se ostenta (oficio DCP/SCP/3314-AP/11-Folio 1103 de la Dirección General de Profesiones. SEP, del 3 de enero de 2012). Y su título de licenciatura es apócrifo: contiene datos que no se sustentan en los existentes en su aparente alma máter, la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (revisión in situ de libro de actas y de acervo de tesis de la propia Facultad de Economía de la UASLP)…”
“En mi experiencia debo decir que es la primera vez que veo que un político involucra directamente a su familia en la comisión de ilícitos. Generalmente, acaso por guardar las formas o por resabios morales, la familia queda fuera de las prácticas de corrupción del servidor público. Algo deberían hacer el PRI y el PRD de cara a un personaje que ha roto con los umbrales de tolerancia de la corrupción, la simulación y la impunidad y que ahora está presto para ofrecer sus servicios a Josefina Vázquez Mota. ¿Este es el modelo de ética del PAN en la campaña presidencial por el cambio?”
La fama pública y académica de Ernesto Villanueva desvirtúa cualquier señalamiento sobre revanchismo o venganza entre pares. Apoyo este mi aserto en la notoriedad y prestigio del acusador. De otra manera el columnista tendría que suponer –y compartir con el lector– que detrás de semejante follón existe –como lo apunta el académico en su crítica a Derbez– algún resabio de tipo moral o laboral.
Ahí queda pues un tema cuyas referencias se pueden consultar en la red, historias que obligan a Luis Ernesto Derbez a rebatir e incluso, si procede, a denunciar a su detractor. Se trata, asimismo, de un expediente que resulta insoslayable, urgente y de obligada discusión para los universitarios y los patronos de la UdlaP.
Ya veremos de qué cuero salen más correas.
Twitter: @replicaalex