Por
Alejandro C. Manjarrez
Forbes
la catalogó como la mujer más poderosa de México (2012). He aquí las razones:
Ella había manejado varias
elecciones incluida la presidencial que ganó Felipe Calderón Hinojosa.
Intervino asimismo en la entronización
de 16 gobernadores del país. Encabezaba al sindicato más poderoso de América
Latina. Durante años la cortejaron
presidentes y líderes políticos de chile, de dulce y de manteca. Creó su
propio partido y cooptó políticos de buen nivel. Hizo diputados y senadores a sus amigos, compañeros y familiares. Y
al final, en un acto de soberbia o sobreestima, que es casi lo mismo, con sus
68 años a cuestas, se opuso a la Reforma
Educativa retando así al poder presidencial. La respuesta no se hizo esperar
y fue sorprendida por el terrible “zape”
que hoy la tiene encarcelada, desprestigiada, satanizada, más enferma y mucho más
“apestada”.
Ocurrió
lo que siempre sucede cuando la ley alcanza a los políticos: la dama en
cuestión fue abandonada por casi todos sus “amigos”, excepto algunos como el gobernador Rafael Moreno Valle Rosas, el
político cuyo proyecto a futuro (buena parte de él) se sustentaba en el apoyo
irrestricto del magisterio nacional, en este caso representado por su
presidenta vitalicia.
Chueco o derecho, Elba Esther
Gordillo Morales ya forma parte de la historia
y de las anécdotas de nuestra patria. En esos sus claro-oscuros predominan los
nubarrones negros, pero también aparece un hecho que para ella, a pesar de su
tragedia personal, debe ser alentador. Me refiero a la actitud de sus amigos (apunte
al mandatario poblano), los cuales, dadas las circunstancias que menciono en el
primer párrafo, probaron que la traición no encaja en su concepto de amistad.
Convulsión en Casa Puebla
Rafael
Moreno Valle estuvo varias horas bajo la lupa de periodistas y analistas
políticos. En varios medios —incluido
Televisa y Milenio Televisión— se le mencionó como el gobernante más
cercano a la Maestra. A partir de estas referencias todo parecía indicar
que Moreno Valle iba a trastabillar o a equivocarse presionado por el
acontecimiento y la forma en que éste sucedió (hubo un operativo nacional e
internacional —aviones, espías, colas y guardianes especiales— para seguir,
vigilar y aprehender a la señora Gordillo). Empero, el mandatario no sólo resistió sino que también asimiló el infortunio
de su amiga sin traicionarla o negar su cercanía amistosa.
Trascendió
que lo de Elba Esther produjo en Moreno Valle uno de los golpes existenciales más fuertes de su vida pública. Esa
llamémosle crisis debe haber encendido los focos rojos y la alarma de Casa
Puebla, luces y escándalo que pusieron
en estado de shock a los miembros del gabinete morenovallista, por cierto dos
de ellos amigos cercanos de la profesora Gordillo Morales.
¿Qué
va a pasar?, supongo que se preguntó el equipo de primer nivel. ¿Cómo enfrentar
este descalabro? ¿Cuál debe ser la declaración para abordar el tema? ¿De qué forma responder a los señalamientos,
algunos con intenciones malévolas, oportunistas e incluso revanchistas?
¡Vaya
soponcio!
Es
obvio que hubo todo tipo de propuestas y opiniones para abordar este súper
follón. Sin embargo, lo que vimos fue lo que al final del día prevaleció: una respuesta en apariencia simple basada
en la amistad, comentario que de alguna manera atemperó los efectos del
complicado trance político. Por ejemplo: apareció en El Sol de Puebla la declaración del mandatario poblano sobre el
tema. En ella aludió a su amistad con la
Maestra Elba Esther Gordillo Morales, aprecio
que, él lo sugirió, nunca habrá de negar. Esto aminoró la presión. Y los
comentarios en principio dirigidos empezaron a bajar el tono local para
resaltar el conflicto en el magisterio nacional y el barullo que provocó el acto de poder protagonizado por el gobierno
de Enrique Peña Nieto.
Quizá
se haya preguntado el lector: ¿La actitud de Moreno Valle será la correcta?
¿Hablar de la amistad es una forma de justificar su cercanía?
Yo
creo que sí. Finalmente responde a su forma de pensar, talante que bosquejó en
el periódico referido, palabras que
confirman lo que dijo a la revista Réplica
en el 2009. En aquella entrevista habló de sus amigos y citó a Elba Esther
como uno de ellos. Los otros fueron Fernando Manzanilla Prieto, Marcelo García
Almaguer, Cabalán Macari y Roberto Moya. También expuso su criterio sobre la
traición, mismo que enseguida transcribo:
“Lo que
me molesta es la traición, el juego sucio, el incumplimiento de acuerdos.
Para mí en política los acuerdos valen todo. La palabra empeñada se tiene que
cumplir…”
La crisis pasó
Dado
el tono de la denuncia contra la Maestra, la
lógica indicaba que su red de amigos y ahijados iba a sufrir el efecto dominó.
Empero, no ocurrió semejante debacle porque la acción legal emprendida por el gobierno
federal, quedó como si fuese un “ataque selectivo”. De ahí que no hubiera daños
colaterales y que la estructura federal cuidara las formas, precisamente para no causar problemas en el ámbito
político, alteraciones que sin duda se le hubieran revertido. De una u otra
forma Enrique Peña Nieto puso en la mesa el criterio de que la corrupción sólo
se dio en el círculo laboral-sindical de la presunta delincuente. Hasta hoy ése parece ser el mensaje oficial.
Una
semana después del batahola mediática nacional e incluso internacional, las
aguas recobraron su nivel y bajó la presión
en el ámbito de Rafael Moreno Valle. Lo único notable es la crisis elbista,
que a lo mejor modifica el esquema del gobierno poblano: quitará de sus prioridades cualquier enlace o referencia al futurismo
político que involucraba a Elba Esther.
Ahora
permítame especular:
Rafael Moreno Valle podría dejar en
hibernación lo del 2018 para avocarse de tiempo completo a
los programas estatales. A final de cuentas todavía le quedan poco menos de cuatro años para dar solidez a su
trabajo de gobernante. Si así fuere, su equipo operaría para que la próxima
legislatura y los ayuntamientos a renovar “compren” el proyecto del gobierno
morenovallista. Puede ser si partimos de que durante cuatro años ocho meses, los próximos alcaldes y diputados gobernarán
acompañados de dos mandatarios, el actual y el efímero.
Por
eso es que digo: y Moreno Valle la libró.
Twitter: @replicaalex